Hay días maravillosos, de esos que no hay prisas, ni teléfono, y te encuentras que expertcheesemakerestá canturreando, a veces incluso silbando, mientras trabaja. Yo lo miro a escondidas, intentando que esa magia no se pierda. Parece que desde su obrador quesero ve el mundo, mientras sonríe y, sin mirarme, dice:
–Little Terry, sé que estás ahí, sal cuando te apetezca. ¿Sabes?, creo que voy a ser capaz de transmitir esta paz y felicidad al sabor de este queso. Estoy pasteurizando la leche de oveja sin presión, sin prisas, para recuperar los matices que se han perdido. Y voy a usar los moldes cilíndricos de siempre, pero también el de lingote, el rectangular, que hace más fácil el corte en pequeñas porciones. Mira que corte tan blanco, sin apenas ojos… Cuando lo pruebes, Terry, vas a notar un sabor a yogurt o cuajada dulce, pero que deja un sabor salado un poquito ahumado… ¿Quieres?
–Gran señor expertcheesemaker, acaso… ¿es el cielo azul?, ¿tienes piña?, o mejor… ¿unas nueces con miel para acompañar?
Valoraciones
No hay valoraciones aún.