–¡Little Terry! ¡Little Terry! ¡Cuánto nos queda por aprender hoy!– me dijo el expertcheesemaker tras probar el queso de mezcla, perdido, que se había caído al barril de cerveza. Como bebemos muy poquita debía llevar allí un tiempo, porque el color se le había pegado a la corteza.
Yo también lo probé y… no podíamos permitir que te lo perdieras.
Vaaaaaleee, ya sé que no es así, pero es como siempre me había imaginado que pasaría… no te enfades cheesemaker.
Nuestro queso de oro tiene forma de rueda, de «¿por dónde empiezo a cortar?», viste relieves de trenza y grabados clásicos, es el Oscar de los quesos. Con ese aspecto da gusto presentarlo a quien sea, de color amarillo pajizo y con muchos agujeros es duro, pero no rompe fácil.
¡Ay amigo! Tiene el puntito ese de casi picar del queso curado y el sabor de la cerveza, como te guste va a hacer estragos en tu paladar, búscale una dulce compañía (higos, pasas, uvas) y a disfrutar.


Valoraciones
No hay valoraciones aún.